Castro se asocia con buscadores de tesoros

Miér 27 Mayo 2009, 2:40 pm

SCOTT WILSON. The Washington Post. Especial para Clarín
Niños y veteranos aventureros sueñan con descubrir tesoros que desaparecieron hace siglos en el mar. Pero Paul Frustaglio, el presidente de Visa Gold Explorations, pudo comprobar que no es nada fácil hallar un diamante perdido en la arena. Sobre todo, cuando esa arena es la de las playas de Cuba y cuando el gobierno exige ser socio en la aventura.

La empresa de Frustaglio, que tiene sede en Toronto, descubrió un valioso cargamento de piedras preciosas, vasijas, pistolas y una serie de otros artículos que transportaba un barco español que naufragó en aguas del norte de Cuba en el año 1839. El hallazgo es el más importante de los muchos que se hicieron en estas aguas, que ahora el gobierno comunista de Cuba empezó a recorrer en busca de posibles riquezas.

Ya se extrajeron más de 6.500 objetos en las aguas claras y poco profundas que bañan la provincia cubana de Villa Clara. Hay desde fichas de dominó hasta diamantes, pasando por bolas de billar y pulseras. Los potes de crema y los frascos de perfume todavía conservan su contenido original.

El proyecto es una de las empresas conjuntas más románticas del gobierno cubano, que por lo general se inclina por la fabricación de tractores y las telecomunicaciones. Y si bien lo más probable es que el proyecto no sea uno de sus emprendimientos más rentables, no le faltaron propuestas de varios posibles socios extranjeros dispuestos a lanzarse a la aventura. Pero La Habana encontró en el emprendimiento una buena vía para conseguir dólares que le permitan comprar productos en el exterior burlando el embargo estadounidense.

Visa Gold es una de las cuatro empresas extranjeras que cuentan con derechos de exploración en aguas cubanas. El gobierno dividió las áreas como si se tratara de concesiones petroleras. Hasta ahora, es la única que descubrió un tesoro hundido en sus tres concesiones en las aguas poco profundas del norte de Cuba, donde los arrecifes hicieron naufragar numerosos barcos en la época en que los marinos se guiaban con compás y cartas de navegación.

Otra empresa canadiense que trabaja con científicos cubanos descubrió en octubre lo que se estima serían los restos del USS Maine. Sin embargo, el buque de guerra, cuya misteriosa explosión en el puerto de La Habana en 1898 desató la guerra entre España y los Estados Unidos, promete ser más rico en historia que en tesoros.

Frustaglio aclaró que, si bien tiene mucho interés en la historia, su objetivo es ganar dinero. Un objetivo que comparte con su socio, el gobierno cubano. Visa Gold es una empresa pública que cotiza en la Bolsa canadiense, de modo que tiene que rendir cuentas del millón de dólares que lleva invertido hasta ahora ante sus accionistas y posibles inversores.

Frustaglio y los catorce integrantes de su tripulación tienen motivos para ser optimistas respecto de la fortuna que podrían hallar en los arrecifes de coral de Cuba. En 1971, otro buscador de tesoros, Mel Fisher, descubrió una moneda de plata del "Nuestra Señora de Atocha", un barco español que se hundió en 1622 en los cayos de Florida, a menos de 150 kilómetros de la costa cubana. Su empresa, que finalmente localizó el barco hundido en 1985, sigue sacando a la superficie piezas del tesoro, cuyo valor asciende hasta la fecha a unos 500 millones de dólares.

También hay riesgos que no existían cuando Fisher descubrió oro. En julio, la Corte de Apelaciones del cuarto distrito de los Estados Unidos, dictaminó que los restos de dos barcos de guerra españoles que se descubrieron en aguas de Virginia, eran propiedad de España. La decisión puede plantear problemas a las empresas buscadoras de tesoros si el caso se convierte en un precedente.

"Cuba considera que los barcos son suyos", declara Frustaglio. "Forman parte de la historia cubana. No creo que Fidel (Castro) vaya a empezar a abrir sus aguas ahora. No digo que el tema no pueda plantearse en el futuro, pero por ahora España no hizo ningún comentario".

La inversión inicial corresponde a Visa Gold y la mitad de todo lo hallado va a parar al Ministerio de Patrimonio. Con la otra mitad, Visa Gold tiene que cubrir sus gastos y luego conserva el 60% de lo que queda. El resto corresponde al socio cubano, la empresa estatal Geomar S.A.

Ya encontraron los restos de un barco que encayó en 1833, el "Palemon". Sus restos están a menos de cuatro metros de profundidad. Hasta ahora, los buzos hallaron botellas de cristal, bolas de billar, anillos de oro, pulseras, diamantes, frascos de perfume, dominós de marfil y cortapapeles. Los objetos serán subastados o vendidos a museos. El oro será convertido en dólares de inmediato. Los dos socios lo necesitan imperiosamente.