Un pequeño experimento con un péndulo.

¿RADIESTESIA?
Juegos para Todos, por C. Verdejo,
Editorial Ramón Sopena

Para realizar el experimento debes proveerte de un péndulo. Sirve cualquiera, tal como un simple peso suspendido de un cordón. Cuando tengas en tus manos el péndulo, asegura que con él te es posible detectar el sexo de las personas, ya que cuando recibe la influencia de una mujer describe círculos, y cuando la recibe de un hombre, se mueve en dirección rectilínea. Y efectivamente, así sucede tan pronto se le mantiene suspendido en el aire encima de la palma de la mano de una dama o de un caballero.

Dicho así parece que el juego ha de tener truco, ¿No? Pues no lo tiene, no señor. Y es que, para que el péndulo empiece a girar lentamente, aumentando progresivamente la velocidad, sin tener el menor deseo de mover en tal sentido la mano que lo sostiene, basta con que te lo imagines dando vueltas. Y si te lo imaginas en movimiento de vaivén, el péndulo tomará la dirección de norte a sur o de este a oeste. Si mientras se mueve en un sentido determinado, de pronto te lo imaginas moverse en otro, verás cómo el péndulo se detiene poco a poco y luego inicia el movimiento en la nueva dirección imaginada.

La explicación a tal suceso es sencilla. Se trata de un fenómeno p s i c o - f í s i c o, real, que demuestra la influencia involuntaria del pensamiento en los músculos. Haz la prueba, y te convencerás de que sólo con tu imaginación puedes hacerque el péndulo se mueva en el sentido que desees, sin que quienes te observan vean movimiento alguno en tu mano, puesto que no lo hay. Únicamente es la imaginación la que trabaja en este juego. Y si prefieres imaginar que el péndulo está quieto, se contrarrestan las fuerzas psíquicomusculares y permanece inmóvil. El péndulo es movido inconscientemente por la mano del que lo tiene suspendido; nunca se mueve por sí solo.

Aprovecha el fenómeno para hacer preguntas al péndulo, mientras lo suspendes encima de la mano del paciente que espera las respuestas, o de alguna parte de su cuerpo. Un giro en el sentido de las agujas del reloj, por ejemplo, puede ser una respuesta afirmativa.

P.- Maestro: ¿Cuáles podrían ser los mejores ejercicios para desarrollar bien la imaginación consciente?

R.- Como quiera que la imaginación consciente es la imaginación dirigida, indubitablemente, pues, hay que aprender a dirigir la imaginación. Por ejemplo: si relajamos nuestro cuerpo y luego enfocamos la imaginación sobre algo que tenga vida, sobre el proceso digamos, del nacer y del morir de todas las cosas, desarrollamos la imaginación consciente. Imaginemos la semilla de un rosal, por ejemplo germinando, cómo va luego creciendo el tallo, cómo se va enredando, cómo va echando espinas, ramas, hojas y flores. Pensemos luego en el proceso a la inversa, en el proceso involutivo: cómo se van marchitando los pétalos de la rosa, cómo las hojas van cayendo, y cómo al fin el rosal queda convertido en un montón de leños. Es un ejercicio maravilloso; con él se logra la imaginación en forma positiva, con él se logra la imaginación consciente, que es lo que vale.

Fuente: http://www.gnosishoy.com/conferencias/imaginacion.html