Chepito y su Museo Cuando Puedan Visitenlo!!!

Hombre culto, artista, estudioso, arquéologo empírico: Es
Chepito


“Cuando yo me muera quiero que me entierren en La Montesa, porque ahí nació Chepito”.


En La Montesa todos lo conocen muy bien. Es “Chepito”:


—Sí, ¿vienen a ver su museo?, preguntan los vecinos de
inmediato a los visitantes que llegan hasta esa apartada comunidad
perteneciente al municipio de Villa García, desde el Norte de México hasta la
Península de Yucatán o bien, de Estados Unidos y Europa. Es don José Díaz de
León, un hombre culto por interés personal, artista, estudioso de la historia
de México y universal y también arqueólogo, título que aunque no recibió por ir
a la escuela, sí puede ser por don de Dios, quien le dio el suficiente criterio
para saber que las figurillas de barro hechas por las manos de los chichimecas,
que tuvieron sus asentamientos La Montesa debían ser rescatados y dados a
conocer a propios y extraños. Nada de lo que quepa en estas líneas es comparado
con lo que Chepito guarda en su memoria y en su museo, gracias a los cientos y
cientos de libros que ha leído a lo largo de los años y a la habilidad que ha
tenido para excavar la tierra para encontrar los vestigios de una cultura que
todavía permanece viva.


Nunca fue a la escuela, pues de niño, como los demás de su
época tenía la obligación de cuidar “borreguitas” y vacas. Al paso de los años
también tuvo que agarrar la yunta y arar la tierra. “No sabía agarrar la yunta,
pero tuve que enseñarme”, dice resignado. Tiempo para estudiar, ni pensarlo.
Sólo que al pasar la niñez, la vergüenza le ganó, pues no le faltaron las
burlas porque no sabía leer ni escribir. Pero después se desquitó. Aprovechando
las habilidades que Dios le dio y tomando como ejemplo el arte que brotaba de
las manos de su madre, la señora Trinidad Díaz de León, quien gustó de realizar
figuras en pequeño y otras curiosidades que guarda Chepito celosamente en un
rincón de su casa que comparte con su hermana, ambos solteros, Chepito ha
gustado de hacer réplicas de castillos europeos que ve en los programas
culturales del SKY.


Los hace tan perfectos que incluso algunos están iluminados
con luces de colores. El material que utiliza es la cáscara de álamo y el
triplay. Es también aficionado de coleccionar billetes y monedas de todo el
mundo. Ya perdió la cuenta de cuántos ejemplares tiene, lo que sí, es que
dentro de las particularidades de su museo está la muestra de billetes
antiquísimos y de todo el mundo, igual tiene de la República de China que de
Afganistán y hasta un vale por 25 centavos que expidió el general Francisco
Villa a uno de sus ayudantes por 25 centavos en 1913. Y de monedas, una libra
esterlina y monedas de todos los países, sobre todo de América Latina que intercambiaba
con amigos por carta. Al momento de la entrevista, Chepito no estaba en su
casa, había salido a Villa García a comprar algunos pliegos de cartulina donde
piensa pegar mil estampillas que tiene guardadas, para que sean un atractivo
más de su museo personal, al que alimenta día con día y en el que invierte la
mayor parte de su tiempo y dinero, como una de sus pasiones predilectas. Y es
que lo visita gente de Alberta, Canadá. De ciudades poco conocidas de Estados
Unidos, de París o Madrid y de municipios tanto del Norte como del Sur
zacatecano y debe mostrar una novedosa alternativa en museos que, sin restar
importancia a los que se conocen en la capital de Zacatecas, quizá el de
Chepito sea uno de los más llamativos por su incalculable riqueza natural,
histórica y pintoresca muestra.





LA MONTESA EN LOS OJOS DEL MUNDO


En esa tierra fértil de La Montesa, Chepito se ha encontrado
vestigios de los primeros animales que poblaron el planeta, desde una muela de
mamut hasta cráneos y osamentas humanas; fósiles de mariposas y helechos y
metates que los indígenas utilizaban para moler el maíz y hasta una pipa inca,
fabricada en el año 2500 AC. Todos estas joyas arqueológicas se encontraban
distribuidas en los caminos que llevan a las tierras de cultivo propiedad de
los pobladores, así como en las grutas de Preciado y el cerro de La Tambora.
También muestra una amplia colección de cuchillos, herraduras, máquinas de
coser y planchas de carbón entre otros, que también se ha encontrado en esa
búsqueda por los caminos de La Montesa. Gracias a esa labor que ha emprendido
solo, Chepito se ha merecido varios reconocimientos, aunque todavía es poco
conocido en la capital zacatecana y alrededores. Emocionado hasta las lágrimas,
presume que hasta él han llegado alumnos de las escuelas que han escrito sobre
su colección para hacer sus tesis, por las cuales han sido felicitados. Y dado
que se ha adentrado tanto en la lectura, descubrió que en una enciclopedia de
ocho tomos encontró los orígenes de su apellido, por lo que también dedicó
tiempo en armar su árbol genealógico desde el año de 1700 a la fecha, tanto en
España como en México, ya que los Díaz de León emigraron a México desde ese
país y en ambos lugares afianzaron sus raíces con el nacimiento de muchos
miembros.





SOLIDARIDAD


Chepito fue beneficiado por el gobierno de Arturo Romo
Gutiérrez, quien le dijo un día, “yo te voy a ayudar a hacer tu museo” y sí, en
efecto, la ayuda llegó para acondicionar una parte de su enorme casa particular
para cumplir el sueño de abrir su propio museo, al que una vecina le mandó
hacer dos placas rústicas que rezan, “bienvenido al museo de Chepito, La
Monteza, Villa García”.Pero a Chepito no le parece aún la idea de que el museo
lleve su nombre, siente como si fuera mucha vanidad, dice con esa singular
sonrisa que lo caracteriza al hablar, que le hace rasgar sus ojillos azules y
arrugar su piel blanca, pero tostada por el sol, apenas tapada con un sombrero,
como usan los campesinos. Hace poco recibió más apoyo económico también del
gobierno estatal por 20 mil pesos, que ha invertido para reforzar su pequeño
pero rico museo. “Compré una camarita para seguir tomando fotos de las cavernas
que guardan las pinturas rupestres”, dice.Aunque lamenta que cuando abrió el
museo, su colección no estaba protegida, lo que conllevó a que los visitantes
aprovecharan para robar varias figurillas arqueológicas. Pese al esfuerzo,
afirma que a las autoridades del INAH no les interesa lo que él hace.








CIRCULO DE AMISTAD


Este año Chepito cumplirá los 70 años. Nunca se casó. “Nadie
me quiso”, afirma, aunque reconoce que tuvo muchas novias. Recuerda a una en
especial: Susanita, originaria de Washington D.C., con quien entabló
comunicación por carta. En sus cartas le decía que aunque fuera pobre ella lo
quería y que deseaba venir a México, pero un amigo le hizo ver que si la
relación con ella sólo era “bulla”, mejor dejara de jugar. Así lo hizo; jamás
volvió a contestar sus cartas, además, tenía una madre que le lloraba y no se
podía imaginar que la muchacha se lo llevara a vivir tan lejos. La historia
comienza cuando Chepito se relacionó amistosamente con los primeros braceros
que se iban a buscar fortuna a Estados Unidos. En una vuelta le trajeron un
radio tan bueno, que hasta micrófono tenía. Por cierto que le gustó tanto al
párroco de la iglesia de su pueblo que no descansó en pedírselo a su madre,
hasta que la convenció “y me lo quitó”.Pero en ese maravilloso aparato
escuchaba estaciones de radio de todo el mundo. Una de sus predilectas era la
KGEI, de Los Angeles, California, en la que había un programa de la Cadena de
la Amistad. Llamó por teléfono y lo incluyeron en la lista de amigos.


De ahí comenzó a recibir incontables cartas de todo el
mundo, las cuales se dedicaba a contestar todos los días. Algunas se las
escribían en inglés, pero como no sabía, escribía lo que podía, ahora
comprende, dice, “eran puras estupideces, nunca me las contestaron”, ríe.Ahora
sabe que eran estupideces porque ya entiende el inglés, lo habla pero no lo
escribe, pero eso no importa porque para dar una mejor atención a sus
visitantes compró una enciclopedia para estudiar el idioma. Para contestar las
cartas a sus amigos, que orgullosamente cuenta desde Estados Unidos hasta el
sur de América Latina y España, siempre tuvo a su lado un diccionario, porque
no podía fallar en la escritura. Y es que había modismos infinitos que él debía
conocer bien.


Recuerda que muchos le decían que sus cartas eran
maravillosas “pero lo raro es que nunca nos dices que profesión tienes”, ríe de
nuevo.Y qué les podía contestar, “si era un pobre que valía pa’ pura fregada”.
Lo cierto es que luego de que la maestra originaria de la capital, Emilia López
Ruiz se ofreció a enseñarlo a leer y a escribir por las noches. De ahí pal’
real, no necesitó ir la escuela para saber que los libros son los que dan el
conocimiento, tan infinito como cada uno quiera. Así se interesó por conocer la
historia de México y también del mundo. En su biblioteca guarda libros desde la
Batalla de Zacatecas hasta la Ilíada o Los Hornos de Hitler.


Gracias a ello, la explicación que da de las obras que
muestra en su museo la hace plenamente sustentada en la investigación de las
mismas, en las hojas de los libros. Chepito ha recibido múltiples
reconocimientos que, afirma, no se merece, aunque todo extraño que lo conozca
no podrá olvidarse tan fácil de él, como un muchacho que lo conoció y que un
día hizo un comentario: “cuando yo me muera quiero que me entierren en La
Montesa, porque ahí nació Chepito”.








Fuente: http://hemeroteca.imagenzac.com.mx/2004/02/08/personajes1.htm



Y Aqui unos videos:

Museo De Chepito Primera Parte:



Segunda Parte:



Montesa:




se los recomiendo tiene muchisimas cosas interesantes desde puntas de flecha hasta monedas de las mas raras y antiguas, y huesos de mamut, pistolas antiguas, restos humanos, metates, llantas de carreta, balas... etc etc etc etc tendrian que verlo para creerlo jeje bueno eso es todo salu2 a todos.

A se me olvidava gracias a los videos que subio mi amigo y muy buen amigo Federico Diaz De Leon que le mando un saludo.

es todo ahora si bye

Headhunter te felicito por este aporte,
Este personaje "Chepito", es realmente admirable, me emociona y me conmueve una vida dedicada a rescatar vestigios de nuestra historia,
Estos tesoros que el ha encontrado, en otro paìs serìan sumamente valiosos., pero aqui en Mexico hay tantos, que las autoridades unicamente ven piedras en sus hallazgos.
Las pinturas rupestres, admirables las mostradas, sin embargo menciona que muchas otras fueron destruidas o robadas.
Un reconocimiento y admiracion para Chepito, dònde quiera que estè.
Y un punto muy bien ganado para ti.
Saludos Manuel Rangel.

Gracias compañero Manuel te agradesco mucho y ojala algun dia llegues a conoser a chepito es un buen amigo te cuenta muchas historias de todo lo que ha vivido asi como leyendas tantas cosas, la ultima ves que fui iso un cuadro de piedras de todas tenia pirita, turquesa, opalina, obsidiana, cuarzo etc. bueno infinifad de piedras que a lo largo de su vida se ha dedicado a buscar y le kedo chido mira aqui esta la foto, claro con su permiso la subo:



salu2 manuel y ahy que conoser estos buenos lugares.