Los Apaches
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DEThector
aniceto banuelos
Jose Alcaraz
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Frase Célebre : despacio que voy de prisa
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Los Apaches
Sáb 14 Sep 2013, 7:46 pm
En los antiguos mapas del norte de la Nueva España las tierras que se encuentran en septentrión sobre lo que se definió como la línea de defensa donde fueron colocados los presidios, se señalan como "tierra despoblada", "tierra de cumanches", "territorio de indios apaches lipanes" etc. Referente a la parte del bolsón de Mapimí, región que fue muy problemática por las incursiones de los indios, los mapas la llaman "Tierra despoblada donde se abrigan los indios enemigos y apostatas de las naciones y de ella salen a hostilizar a la Nueva Vizcaya y a Coahuila". En esas tierras estaban asentados los indios mas terribles con los que lucharon los Españoles, los apaches y los comanches. Esas tierras que se consideraron Españolas, realmente solo pertenecían a los indios, y los Españoles solo pudieron conservar con muchos esfuerzos algunos pueblos de avanzada (como San Antonio en Texas y Santa Fe en Nuevo México). Estos indios son los responsables de que la colonización Española se haya detenido, y esto sucedió donde prácticamente ahora se encuentra la frontera norte de México.
Los apaches, igual que las tribus primitivas, no formaban propiamente una tribu. Se dividían en grupos, mas numerosos que los grupos primitivos, pero no tenían un jefe común. Sin embargo, estos grupos se reconocían como apaches y aunque entre algunos eran enemigos, entre otros se ayudaban. Los apaches Lipanes vivían en Texas, en el norte de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Los apaches Mezcaleros en el Noroeste de Coahuila, Chihuahua y Texas. Hacia el oriente hasta Sonora y las Californias vivían otros grupos también de apaches. Los comanches, enemigos eternos de los apaches, y únicos a los que estos últimos temían, vivían en la parte norte de Texas, y los Españoles siempre tuvieron la esperanza de que haciéndose amigos de ellos, juntos podrían acabar con los apaches. Por esta razón los Españoles buscaron a toda costa evitar una unificación de los comanches y los apaches, y lo lograron. Los comanches si formaban una tribu, organizada políticamente y con un jefe común.
Los apaches fueron los indios que mas le costaron al Reyno de la Nueva España, en muertes, robos, destrozos, etc. Eran muy valientes e intrépidos, evitaban la pelea cuando se veían con desventaja, pero al pelear lo hacían hasta matar o morir, utilizaban caballos y eran magníficos jinetes, y llegaron a utilizar armas de fuego.
El Virrey conde de Galvez que bien conocía a los indios y su modo de pelear, describió que: "Los apaches hacen la guerra por odio, o por utilidad; el odio nace de la poca fe que se les ha guardado, y de las tiranías que han sufrido como pudiera hacerse patente con ejemplares que es vergonzoso traer a la memoria. La utilidad que buscan es por la necesidad en que viven pues no siembran ni cultivan la tierra ni tienen crías de ganado para su subsistencia desde que en los Españoles encuentran por medio del hurto lo que necesitan. Cuando emprenden sus campañas, si es solo con la idea de robar, vienen en pequeñas partidas, y si es con la de destruir los pueblos, se unen rancherías, formándose en mayor numero; pero aunque sea distinto el objeto de sus empresas, el modo de conducirse es siempre el mismo y como sigue: Formase la grande o pequeña tropa y nombran entre todos uno que los mande, el mas atrevido, mas sagaz y mas acreditado, cuya elección nunca sale errada, porque jamás tiene parte en ella la adulación, la entrega, ni el cohecho; solo la utilidad publica, y no hay nobleza heredada, favor, ni fortuna que se interponga; a este obedecen hasta perder la vida, solamente en campaña, pues en sus rancherías todo hombre es independiente. Trae cada uno su caballo (que por supuesto es bueno), sin mas arneses que un fuste ligero herrado con cueros que preservan el casco, y que quitan con prontitud cuando llega el caso de montarlos, trayéndolos siempre del diestro hasta el día de la función; caminan de noche siempre que han de atravesar algún llano, haciendo alto en las sierras pedregosas donde no se estampa la huella para ser seguidos por el rastro; desde estas alturas dominan y registran los llanos a donde no descienden sin ser cuidadosamente reconocidos; no hacen lumbre de día por el humo, ni de noche por lo que luce, evitando en sus marchas la unión para no levantar polvo ni señalar el rastro. En los altos o día de descanso aumentan su vigilancia desconfiados en extremo, son mas los que velan que los que duermen, por cuya razón jamás se ven sorprendidos. Con estas precauciones y silencio se conducen hasta la inmediación de nuestras poblaciones donde las duplican y empiezan a tomar medidas para dar con seguridad el golpe, el que dirigen poco mas o menos del modo siguiente: Puestos en altura (como se dijo) advierten la situación de nuestros pueblos, haciendas, ranchos, caballadas y ganados, indicándosela el humo, las lumbres y los polvos, por medio de estas señales que marcan el de día, se dirigen y bajan de noche a las llanuras en busca de la presa; cuando se encuentran cerca, esconden sus caballos, dejándolos al cuidado de algunos, se dividen, y cada uno por su parte se acerca lo posible para lograr el exacto y ultimo reconocimiento. Es increíble la habilidad y destreza con que los ejecutan y las mañas que se valen para su logro; embadurnándose el cuerpo y coronándose la cabeza con hierba, de modo que tendidos en el suelo parecen pequeños matorrales. De este modo y arrastrándose con el mayor silencio, se acercan a los destacamentos hasta el punto de reconocer y registrar el cuerpo y la ropa de los soldados, que duermen. Al mismo tiempo que están en esta silenciosa tarea, se comunican recíprocamente por medio de infinita variedad de voces que contrasten exactamente, imitando el canto de las aves nocturnas, como lechuzas, tecolotes, y el aullido de los coyotes, lobos y otros animales. Una vez que tienen explorado el paraje a su satisfacción, por medio de las mismas señales se retiran, quitan los cueros de los pies de los caballos, montan y guardando el mismo silencio hasta la inmediación en que pueden ser sentidos, embisten con tanta furia que no dan tiempo de tomar las armas ni ponerse en defensa al hombre mas diestro y de mas precaución. De esta refinada astucia, nace que tomando bien sus medidas nunca yerran el golpe, bastando diez indios para que en poco mas de un minuto dejen 20 de los nuestros en el campo, y obligando a otros tantos a la fuga. No se puede explicar la rapidez con que atacan, ni el ruido con el que pelean, el terror que derraman en nuestra gente, ni la prontitud con que dan fin a todo. Quizá parecerá increíble esta verdad a quien no se haya hallado en esta guerra, pero mucho podrá inferir quien sepa lo que es la sorpresa, las ventajas de quien la logra y la inacción y fallecimiento del sorprendido a cuya enmienda no alcanza regularmente, la fuerza del espíritu, ni el ejemplo del que manda y así la vigilancia y precauciones de emplearse para serlo, pues verificada, ya no hay subordinación sino desorden y desaliento. Basta esta corta idea de la conducta de los indios en campaña y el saber que siempre atacan por sorpresa para inferir que sus golpes son terribles y casi inevitables (pues ellos tienen constancia para esperar un mes entero la hora del descuido) y para conocer igualmente que en nuestras tierras es imposible lograr contra ellos ninguna ventaja, quedándonos solo el partido de buscarlos en las suyas donde tal vez se consiguen porque viven con mas disgusto"
Los apaches resistieron por casi 200 años el avance de la colonización, sin embargo terminaron diezmados y dominados. Muchos de ellos fueron atrapados y llevados en colleras hasta México donde los encerraban o los enviaban a un puerto desde donde los embarcaban con destino a Cuba o Filipinas. Al final de su resistencia con las muertes de Alsate y Victorio y la rendición de Gerónimo en Chihuahua, los pocos que quedaron fueron alojados en reservaciones en Estados Unidos. Algunos grupos pequeños quedaron en el norte de México y se integraron al resto de la población.
Saludos.
Los apaches, igual que las tribus primitivas, no formaban propiamente una tribu. Se dividían en grupos, mas numerosos que los grupos primitivos, pero no tenían un jefe común. Sin embargo, estos grupos se reconocían como apaches y aunque entre algunos eran enemigos, entre otros se ayudaban. Los apaches Lipanes vivían en Texas, en el norte de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Los apaches Mezcaleros en el Noroeste de Coahuila, Chihuahua y Texas. Hacia el oriente hasta Sonora y las Californias vivían otros grupos también de apaches. Los comanches, enemigos eternos de los apaches, y únicos a los que estos últimos temían, vivían en la parte norte de Texas, y los Españoles siempre tuvieron la esperanza de que haciéndose amigos de ellos, juntos podrían acabar con los apaches. Por esta razón los Españoles buscaron a toda costa evitar una unificación de los comanches y los apaches, y lo lograron. Los comanches si formaban una tribu, organizada políticamente y con un jefe común.
Los apaches fueron los indios que mas le costaron al Reyno de la Nueva España, en muertes, robos, destrozos, etc. Eran muy valientes e intrépidos, evitaban la pelea cuando se veían con desventaja, pero al pelear lo hacían hasta matar o morir, utilizaban caballos y eran magníficos jinetes, y llegaron a utilizar armas de fuego.
El Virrey conde de Galvez que bien conocía a los indios y su modo de pelear, describió que: "Los apaches hacen la guerra por odio, o por utilidad; el odio nace de la poca fe que se les ha guardado, y de las tiranías que han sufrido como pudiera hacerse patente con ejemplares que es vergonzoso traer a la memoria. La utilidad que buscan es por la necesidad en que viven pues no siembran ni cultivan la tierra ni tienen crías de ganado para su subsistencia desde que en los Españoles encuentran por medio del hurto lo que necesitan. Cuando emprenden sus campañas, si es solo con la idea de robar, vienen en pequeñas partidas, y si es con la de destruir los pueblos, se unen rancherías, formándose en mayor numero; pero aunque sea distinto el objeto de sus empresas, el modo de conducirse es siempre el mismo y como sigue: Formase la grande o pequeña tropa y nombran entre todos uno que los mande, el mas atrevido, mas sagaz y mas acreditado, cuya elección nunca sale errada, porque jamás tiene parte en ella la adulación, la entrega, ni el cohecho; solo la utilidad publica, y no hay nobleza heredada, favor, ni fortuna que se interponga; a este obedecen hasta perder la vida, solamente en campaña, pues en sus rancherías todo hombre es independiente. Trae cada uno su caballo (que por supuesto es bueno), sin mas arneses que un fuste ligero herrado con cueros que preservan el casco, y que quitan con prontitud cuando llega el caso de montarlos, trayéndolos siempre del diestro hasta el día de la función; caminan de noche siempre que han de atravesar algún llano, haciendo alto en las sierras pedregosas donde no se estampa la huella para ser seguidos por el rastro; desde estas alturas dominan y registran los llanos a donde no descienden sin ser cuidadosamente reconocidos; no hacen lumbre de día por el humo, ni de noche por lo que luce, evitando en sus marchas la unión para no levantar polvo ni señalar el rastro. En los altos o día de descanso aumentan su vigilancia desconfiados en extremo, son mas los que velan que los que duermen, por cuya razón jamás se ven sorprendidos. Con estas precauciones y silencio se conducen hasta la inmediación de nuestras poblaciones donde las duplican y empiezan a tomar medidas para dar con seguridad el golpe, el que dirigen poco mas o menos del modo siguiente: Puestos en altura (como se dijo) advierten la situación de nuestros pueblos, haciendas, ranchos, caballadas y ganados, indicándosela el humo, las lumbres y los polvos, por medio de estas señales que marcan el de día, se dirigen y bajan de noche a las llanuras en busca de la presa; cuando se encuentran cerca, esconden sus caballos, dejándolos al cuidado de algunos, se dividen, y cada uno por su parte se acerca lo posible para lograr el exacto y ultimo reconocimiento. Es increíble la habilidad y destreza con que los ejecutan y las mañas que se valen para su logro; embadurnándose el cuerpo y coronándose la cabeza con hierba, de modo que tendidos en el suelo parecen pequeños matorrales. De este modo y arrastrándose con el mayor silencio, se acercan a los destacamentos hasta el punto de reconocer y registrar el cuerpo y la ropa de los soldados, que duermen. Al mismo tiempo que están en esta silenciosa tarea, se comunican recíprocamente por medio de infinita variedad de voces que contrasten exactamente, imitando el canto de las aves nocturnas, como lechuzas, tecolotes, y el aullido de los coyotes, lobos y otros animales. Una vez que tienen explorado el paraje a su satisfacción, por medio de las mismas señales se retiran, quitan los cueros de los pies de los caballos, montan y guardando el mismo silencio hasta la inmediación en que pueden ser sentidos, embisten con tanta furia que no dan tiempo de tomar las armas ni ponerse en defensa al hombre mas diestro y de mas precaución. De esta refinada astucia, nace que tomando bien sus medidas nunca yerran el golpe, bastando diez indios para que en poco mas de un minuto dejen 20 de los nuestros en el campo, y obligando a otros tantos a la fuga. No se puede explicar la rapidez con que atacan, ni el ruido con el que pelean, el terror que derraman en nuestra gente, ni la prontitud con que dan fin a todo. Quizá parecerá increíble esta verdad a quien no se haya hallado en esta guerra, pero mucho podrá inferir quien sepa lo que es la sorpresa, las ventajas de quien la logra y la inacción y fallecimiento del sorprendido a cuya enmienda no alcanza regularmente, la fuerza del espíritu, ni el ejemplo del que manda y así la vigilancia y precauciones de emplearse para serlo, pues verificada, ya no hay subordinación sino desorden y desaliento. Basta esta corta idea de la conducta de los indios en campaña y el saber que siempre atacan por sorpresa para inferir que sus golpes son terribles y casi inevitables (pues ellos tienen constancia para esperar un mes entero la hora del descuido) y para conocer igualmente que en nuestras tierras es imposible lograr contra ellos ninguna ventaja, quedándonos solo el partido de buscarlos en las suyas donde tal vez se consiguen porque viven con mas disgusto"
Los apaches resistieron por casi 200 años el avance de la colonización, sin embargo terminaron diezmados y dominados. Muchos de ellos fueron atrapados y llevados en colleras hasta México donde los encerraban o los enviaban a un puerto desde donde los embarcaban con destino a Cuba o Filipinas. Al final de su resistencia con las muertes de Alsate y Victorio y la rendición de Gerónimo en Chihuahua, los pocos que quedaron fueron alojados en reservaciones en Estados Unidos. Algunos grupos pequeños quedaron en el norte de México y se integraron al resto de la población.
Saludos.
- aniceto banuelosVoz de la Experiencia
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Re: Los Apaches
Sáb 14 Sep 2013, 8:18 pm
maravillosa historia de nuestros "abuelos"
- DEThectorIdentidad Certificada
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Frase Célebre : CAMARON QUE SE DUERME SE LE CAE LA SOPA
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Re: Los Apaches
Dom 15 Sep 2013, 11:51 am
Buenas líneas para leer con detenimiento y echar a volar la imaginación para transportarse a esos tiempos que en realidad no hace mucho, prácticamente fue ayer.
De chamaco me tocó ver a los indios Seris cuando todavía estaban muy apartados de nosotros.
Mis tíos fueron los primeros trabajadores de la CFE en Bahía de Kino, vivían en lo que llamamos Kino Viejo. Siempre íbamos a visitarlos en vacaciones.
El poblado era muy pequeño, las casas muy humildes cercadas con ocotiyo, ninguna de sus pequeñas calles con pavimento y totalmente rodeado por el monte.
Me tocó ver a los Indios Seris vagar entre los arbustos. Nunca puse atención para ver que es lo que hacían, solamente los contemplaba a ellos; los hombres altos y delgados (espigados, decimos por acá), muy morenos con el pelo largo, muchos lo traían trenzado con paño en la cabeza. Las mujeres por el estilo, con sus faldas largas confeccionadas por ellas mismas y sus caras con ciertas marcas de pintura.
Eran muy apartados del "hombre blanco". Los chamacos con los que teníamos amistad en el poblado nos platicaban que las mujeres para hacer sus necesidades solo extendían sus amplias faldas para ello y que les había tocado verlas parir paradas colgadas de las manos, tal vez sea cierto o se los platicaron y ellos solo alardeaban de haberlo vivido.
De chamaco me tocó ver a los indios Seris cuando todavía estaban muy apartados de nosotros.
Mis tíos fueron los primeros trabajadores de la CFE en Bahía de Kino, vivían en lo que llamamos Kino Viejo. Siempre íbamos a visitarlos en vacaciones.
El poblado era muy pequeño, las casas muy humildes cercadas con ocotiyo, ninguna de sus pequeñas calles con pavimento y totalmente rodeado por el monte.
Me tocó ver a los Indios Seris vagar entre los arbustos. Nunca puse atención para ver que es lo que hacían, solamente los contemplaba a ellos; los hombres altos y delgados (espigados, decimos por acá), muy morenos con el pelo largo, muchos lo traían trenzado con paño en la cabeza. Las mujeres por el estilo, con sus faldas largas confeccionadas por ellas mismas y sus caras con ciertas marcas de pintura.
Eran muy apartados del "hombre blanco". Los chamacos con los que teníamos amistad en el poblado nos platicaban que las mujeres para hacer sus necesidades solo extendían sus amplias faldas para ello y que les había tocado verlas parir paradas colgadas de las manos, tal vez sea cierto o se los platicaron y ellos solo alardeaban de haberlo vivido.
- alekzkExperto del Foro
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Re: Los Apaches
Dom 15 Sep 2013, 10:56 pm
oye ddethector no han hecho la luchita por darse una vuelta por el cerro del apache?
- ODIN3000Líder de opinión.
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Re: Los Apaches
Dom 15 Sep 2013, 11:33 pm
Excelente aporte...
Saludos
Saludos
- prospexicanGran Experto del Foro
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Frase Célebre : NO HAY SUSTITUTO PARA EL USUARIO EXPERTO
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Puntos : 6445
Re: Los Apaches
Dom 15 Sep 2013, 11:42 pm
orale ke interesantisimos datos, he historias, en si la batalla del 5 de mayo fue ganada en su mayoria por indijenas, mas no por indios o apaches como de siglos anteriores pero si por indijenas mexicanos k no retrocedian al atake frances y su rifles no los sorprendian wowwwwwwwww muy interesante aki dejo mi punto por este tema.
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Cuando no se usa un buen detector ocurre esto, puedes rascar metros y metros sin conseguir nada! lo mismo puede pasar cuando se usa un buen detector con un detectorista inexperto.
y cuando se usa una pesrona k se hace llamar medium sin serlo, hay mas riego de perder la vida que jugando a la ruleta rusa y de paso no encontrar nada. si son tan mediums por k no sacan sus propios tesoros y nos dejan sacar los nuestros?
- chat77Gran Experto del Foro
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Localización : Aguascalientes
Frase Célebre : Esperando lo mejor, pero preparado para lo peor.
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Puntos : 8785
Re: Los Apaches
Lun 16 Sep 2013, 3:01 am
prospexican escribió:orale ke interesantisimos datos, he historias, en si la batalla del 5 de mayo fue ganada en su mayoria por indijenas, mas no por indios o apaches como de siglos anteriores pero si por indijenas mexicanos k no retrocedian al atake frances y su rifles no los sorprendian wowwwwwwwww muy interesante aki dejo mi punto por este tema.
Ciertamente los indios de una poblacion que se llama zacapoaxtla (puebla) tuvieron una participacion activa en esa batalla y para expulsar a los invasores en esos dias....aun se les puede ver un grupo de ellos desfilar cada 16 de sept en el zocalo
muy bueno el tema por cierto...aqui en aguascalientes estamos muy orgullosos de los chichimecas que habitaron por estos lugares....saludos!
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