En 1929, la maestra Myrtle Love, profesora de español en la población de Isleta, al oeste de Texas y muy conocedora e interesada en las historias del oeste de Texas, recibió un llamado del sheriff del Condado de El Paso, informándole que estaba preso un hombre que tenía una historia interesante que contar.El hombre era Race Compton y había sido arrestado al ser descubierto durmiendo en un vagón de ferrocarril. Tenía el aspecto de un vagabundo y le dijo a la señorita Love que había ido a conseguir dinamita y equipo de excavación para poder entrar a una vieja caverna que había sido sellada por los indios y que presumiblemente contenía en su interior millones de dólares en barras de oro y monedas del mismo metal.Compton contó: “ en 1859, la compañía de diligencias estaba haciendo un gran negocio en el oeste de Texas, llevando correo, documentos por pagar y algunas veces fuertes cantidades de oro.A través de la región de Trans-Pecos se había establecido una cadena de estaciones para las diligencias y comida de los pasajeros y conductores. Una de tales estaciones fue construida en Tagle Springs, Texas, localizada al pie de las Tagle Mountain, como a 15 millas al sur de Van Horn y a 12 al noreste de Indian Hot Springs.Big Foot (pie grande) Wallace que gano fama de ser un osado aventurero y Texas Ranger, era uno de los conductores de diligencias y su compañero era un hombre llamado Joea Peacock, que a pesar de su corta edad de 19 años, había estado envuelto en varios incidentes con fugitivos e indios y había matado a varios hombres.Durante ese mismo tiempo las bandas de apaches estaban muy activos en sus incursiones por esos territorios Tejanos y el jefe de los mismos era Victorio, que comandaba la mayor parte de los apaches mezcaleros.El jefe Victorio, a pesar de que se decía que era un blanco raptado por los indios cuando era un niño en una población del centro de Coahuila, sentía un particular odio por todos los hombres blancos.Durante uno de los viajes de la diligencia los apaches atacaron y en cuestión de 20 minutos mataron a dos pasajeros y al encargado de la estación de la diligencia. Los caballos fueron robados y Peacock, herido de un flechazo en una pierna fue hecho prisionero de los indios.Los apaches y su prisionero cabalgaron sin parar hasta las montañas de Tres Castillos, en Chihuahua, como a 20 millas al sur del Río Grande o Bravo donde se consideraban a salvo de los Texas Rangers, de la caballería y de los soldados mexicanos.La herida del prisionero, que no era grave, fue atendida por una joven india llamada Juanita y que presumiblemente era hija del Jefe Victorio. En varias ocasiones Victorio trató de matar al prisionero pero Juanita lo impedía porque se había enamorado de él.Por las noches se reunían secretamente el joven blanco y la muchacha india que trataba de persuadir al prisionero que se casara con ella pero, cauteloso le daba largas porque era la única razón por la que se encontraba con vida.Finalmente le dijo que si se casaban le diría donde el Jefe Victorio tenía escondido un gran tesoro lo que intrigo a Peacock que se había dado cuenta que los indios acarreaban barras de oro que probablemente habían robado en el asalto a un tren y que llevaban a territorio mexicano para cambiarlas por rifles y municiones.Juanita le dijo que el oro lo tenían guardado en una cueva de las Montañas Aguila (Eagle Mountains), cerca de donde el prisionero había sido capturado y le dijo que podía ir a estas montañas a través de Hot Springs Indian. Le dijo también que la entrada a la cueva estaba muy bien disimulada en las rocas y de un tamaño tan reducido que faltaba entrar a cuatro patas. Juanita le aseguró que había ido muchas veces con su padre a dicha cueva y que recordaba haber visto decenas de barras de oro estacadas en el fondo, muchos sacos que contenían monedas de oro y unos cofres llenos de reliquias religiosas y joyas. Le indicó que su padre la había dicho que se necesitarían unas 50 mulas para transportar todo lo que había escondido en la cueva durante años.Posteriormente, cuando Victorio y varios guerreros llevaban barras de oro para cambiarlas por armas, tuvieron un encuentro con soldados en el viejo camino indio donde un indígena resultó herido y dos soldados muertos.Ante esto Victorio tuvo miedo que se investigaran el lugar de la cueva y descubrieran lo que contenía .Sacaron el oro que iban a necesitar e inmediatamente sellaron la pequeñita entrada con rocas, arreglándola de tal modo que pareciera parte de la misma montaña. A pesar de este disimulo, Juanita dijo a su amante que podría localizar el lugar de la cueva sin problemas. Esa noche Peacock planeó su fuga pensando que con todo lo que sabía de la cueva le sería fácil de encontrarla sin la ayuda de nadie.Por fin, un día Victorio y sus hombres salieron a incursionar en Chihuahua, quedando en el campamento solamente mujeres niños y unos viejos. Con la ayuda de Juanita, Peacock consiguió un caballo y agua, prometiendo a la joven india que regresaría por ella tan pronto como pudiera. El prisionero salió de la montaña y cruzó el desierto. Varios días después llegó por fin a Eagle Springs.”La historia es bastante larga. Peacock, luego de descansar se dedicó a buscar la cueva sin resultado alguno porque a veces lo que alguien describe no corresponde fatalmente a lo que ve otra persona. Desilusionado, regresó a su antiguo trabajo en las diligencias en tanto que los indios eran eliminados por los Texas Ranger y por los soldados mexicanos que finalmente en las montañas de Tres Castillos en Chihuahua en Junio de 1880 mataron a Victorio y a mas de 60 de sus guerreros y 18 mujeres incluyendo Juanita y todos que sabían el sitio exacto del escondido y así se perdió este enorme tesoro.En 1895 Peacock conoció a Peace Compton que se dedicaba a buscar oro y debido al interés de ambos por el metal, el ex prisionero de los apaches le contó lo de la cueva de Victorio y durante 15 años se dedicaron a buscarla. En 1915 Peacfock murió y Compton se quedó con el rancho del mismo y siguió buscando la cueva aunque ocasionalmente trabajaba para comprar alimentos y dinamita.Al final de cuentas le dijo a la señorita Love que al salir de la cárcel regresaría a las montañas para dinamitar la cueva que finalmente había encontrado, aproximadamente a 5 millas al este de Eagle Springs y al sur del viejo camino indio.Describió el lugar como a un día a caballo al sur de Sierra Blanca y a medio día al oriente de Indian Hot Springs. Le agregó a Lovew que una fuerte lluvia había removido las piedras que cubrían la cueva y lo que había que hacer era dinamitar las piedras que seguían cubriendo la entrada de las mismas.Nunca más se supo de Compton luego de salir de la cárcel. Un viejo residente de Sierra Blanca, que lo había conocido contó que había muerto de un ataque al corazón en su viaje de regreso a las montañas y fue sepultado en Sierra Blanca.La historia del tesoro perdido de Victorio sigue viva, todo sugiere que las barras de oro, los sacos de monedas y los cofres de joyas siguen en las montañas, solo es cuestión de que alguien con ojos abiertos, paciencia, sentido del observación y un buen equipo de detección pueda localizarlo.



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