- GoonieExperto del Foro
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Frase Célebre : Los tesoros existen
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EL ENCANTO DEL CERRO DE TOTOLAPAN
Jue 11 Jun 2009, 12:13 am
"Cuentan que adentro, en el centro del cerro está la virgen, ¡y eso es un encanto!, porque no la vemos, y tiene su entrada y no la vemos, solamente son gente privilegiada que llegan a verlo; más antes, en aquel tiempo en el que mandaban los hacendados, la gente de poder; hubo aquí un señor de Tepetlixpa que tenia un rebaño de borregos y era muy malo; a sus bueyeros que tenía, si perdían borregos los castigaba feo, y hasta le tenían miedo.
Cierta vez que andaba uno con el rebaño, andaba caminando por ahí, por las faldas del cerro, y cuando se dio cuenta ya le faltaban borregos, y pues se espantó y se puso a buscarlas, y dijo por aquí van, vio donde se apartaron y se fue, se fue siguiéndolas. Y él platicó todo esto y nadie ha vuelto a ver, él lo platicó y es lo único que se sabe, y se le cree por lo que sucedió.
Entonces él se fue siguiendo los borregos y vio una entrada, como cueva en el cerro y se metió porque ahí se veía que habían entrado; se metió, y dice que llegó donde había uno como parquecito y un jagüeycito, en la orilla había flores, había pasto, y dice que él vio que era una casa, y era una señora que estaba ahí sentada, pero era la Virgen de Santa Bárbara, ¡la vio!, y vio que ahí andaban comiendo sus borregos que había perdido, y entonces él dijo ¡hijole! como platico esto, nadie me lo va a creer, entonces que se va a la carrera, cortó unas rosas, las corto rápido y se las echó a su morral, como antes se usaban morrales, lo andaban traindo torcido en su ropita que sacaban de los magueycitos; y ahí arreo rápido sus borregas para fuera, y dijo, no se vaya a enojar la señora, y que se va
Y cuentan que en esos encantos no se debe voltear nunca para atrás, porque si voltea ya no sale del encanto; y dice que a él le decían, que le gritaban: a donde vas, regresa, ven, mira aquí te vamos a dar esto; y él dice, no, me van a regañar porque corté las flores y por las borregas que se metieron, no volteó aunque le llamaban, que se sale, y no volteo para nada; y que se va con su patrón y dice que llegando a allá andaba bien espantado y que le dice a su patrón, ya no hallaba las borregas, pero ¡ya las encontré! y fíjese que hay una entrada en el cerro y me metí y hay esto, y le platicó lo del jardincito, y todo lo que vio; y le dijo no te creo, tu estas loco; y dijo, no, mire traje una prueba, mire que ahorita es tiempo de secas y no hay flores, no hay nada, sí, es cierto, mire yo me corte unas flores que hay ahí, para que vieran, ¡para que vea que sí es cierto!. A ver, enséñamelas, él abre su morral para enseñarle, pero al ver que brillaba, era puro oro, se tapó luego, luego y le dice no, déjame ver, no, no, ya me voy; y en eso aquél alcanzó a ver que había brillado, que le jala el morral, entonces dice; este trai oro, entonces éste se fue; lo persiguieron, pero ya no lo encontraron y aquel con la ambición, aquel hacendado, no, pos dijo ahí esta el tesoro, ahorita voy a buscar: que se viene a buscar y nunca encontró nada. Y así es, esto es a lo que nosotros llamamos encanto, que ha habido gente privilegiada que los ve, pero después no hay nada. Pero él no era de aquí, de Totolopan, no, bueno francamente no se sabía de donde era porque la gente venía y nunca le importaba a uno averiguar de donde venían, nomás porque venían a trabajar, pero eso era todo".
Cierta vez que andaba uno con el rebaño, andaba caminando por ahí, por las faldas del cerro, y cuando se dio cuenta ya le faltaban borregos, y pues se espantó y se puso a buscarlas, y dijo por aquí van, vio donde se apartaron y se fue, se fue siguiéndolas. Y él platicó todo esto y nadie ha vuelto a ver, él lo platicó y es lo único que se sabe, y se le cree por lo que sucedió.
Entonces él se fue siguiendo los borregos y vio una entrada, como cueva en el cerro y se metió porque ahí se veía que habían entrado; se metió, y dice que llegó donde había uno como parquecito y un jagüeycito, en la orilla había flores, había pasto, y dice que él vio que era una casa, y era una señora que estaba ahí sentada, pero era la Virgen de Santa Bárbara, ¡la vio!, y vio que ahí andaban comiendo sus borregos que había perdido, y entonces él dijo ¡hijole! como platico esto, nadie me lo va a creer, entonces que se va a la carrera, cortó unas rosas, las corto rápido y se las echó a su morral, como antes se usaban morrales, lo andaban traindo torcido en su ropita que sacaban de los magueycitos; y ahí arreo rápido sus borregas para fuera, y dijo, no se vaya a enojar la señora, y que se va
Y cuentan que en esos encantos no se debe voltear nunca para atrás, porque si voltea ya no sale del encanto; y dice que a él le decían, que le gritaban: a donde vas, regresa, ven, mira aquí te vamos a dar esto; y él dice, no, me van a regañar porque corté las flores y por las borregas que se metieron, no volteó aunque le llamaban, que se sale, y no volteo para nada; y que se va con su patrón y dice que llegando a allá andaba bien espantado y que le dice a su patrón, ya no hallaba las borregas, pero ¡ya las encontré! y fíjese que hay una entrada en el cerro y me metí y hay esto, y le platicó lo del jardincito, y todo lo que vio; y le dijo no te creo, tu estas loco; y dijo, no, mire traje una prueba, mire que ahorita es tiempo de secas y no hay flores, no hay nada, sí, es cierto, mire yo me corte unas flores que hay ahí, para que vieran, ¡para que vea que sí es cierto!. A ver, enséñamelas, él abre su morral para enseñarle, pero al ver que brillaba, era puro oro, se tapó luego, luego y le dice no, déjame ver, no, no, ya me voy; y en eso aquél alcanzó a ver que había brillado, que le jala el morral, entonces dice; este trai oro, entonces éste se fue; lo persiguieron, pero ya no lo encontraron y aquel con la ambición, aquel hacendado, no, pos dijo ahí esta el tesoro, ahorita voy a buscar: que se viene a buscar y nunca encontró nada. Y así es, esto es a lo que nosotros llamamos encanto, que ha habido gente privilegiada que los ve, pero después no hay nada. Pero él no era de aquí, de Totolopan, no, bueno francamente no se sabía de donde era porque la gente venía y nunca le importaba a uno averiguar de donde venían, nomás porque venían a trabajar, pero eso era todo".
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